¿ES POSIBLE LA DESCENDENCIA UNIPARENTAL?

UN NUEVO DESCUBRIMIENTO ABRE UNA NUEVA PUERTA A LOS CONOCIMIENTOS DE LA GENÉTICA DE LA REPRODUCCIÓN HUMANA

La partenogénesis es un tipo de reproducción que consiste en el desarrollo de una célula reproductora (por lo general el óvulo) hasta dar lugar a un nuevo individuo sin que se produzca fecundación y que se utiliza como estrategia cuando no hay machos en el medio. Este tipo de reproducción es típica de insectos, anfibios, reptiles algunos peces y aves incluso, pero no de mamíferos. Con estudios centrados en dar repuesta a por qué los mamíferos solo pueden seguir una reproducción sexual, se descubrió que para el desarrollo del embrión se requería la contribución materna y paterna, lo que implica la presencia de asimetrías genéticas de los dos cromosomas parentales.

Así, se determinó que la barrera principal para que la reproducción uniparental en mamíferos no ocurra, es por el denominado “imprinting” (impronta genética), en el que ciertas regiones genéticas son expresadas de un modo específico que depende del cromosoma de cada progenitor sexualmente diferente y que además pueden influir unas sobre otras. Esta impronta genética es indispensable para que la descendencia en mamíferos se desarrolle con normalidad.

Según la publicación de Stem cell, un equipo chino ha conseguido en su laboratorio 29 crías de ratón sanas de dos madres, que después tuvieron su propia descendencia sana por reproducción sexual normal*. Para generar esta descendencia a partir de dos madres (simulando una partenogénesis), utilizaron células primordiales embrionarias (ESC, de sus siglas en inglés) y edición genética.

 

Las ESC haploides contienen la mitad de material genético y de un solo progenitor, en este caso se seleccionó el de una hembra. A estas células les eliminaron ciertas regiones de impronta genética que están relacionadas con la asimetría cromosómica en la fecundación y el desarrollo del embrión, y que según lo descrito anteriormente son unas de las responsables del impedimento de la partenogénesis en mamíferos. Estas ESC las inyectaron en el óvulo de otra hembra que gestó a los ratoncitos tras lo que cual nacieron sanos.

También utilizaron una técnica similar para conseguir ratones cuyos progenitores fueran dos padres. En este caso el material genético provenía de dos machos, al que también se eliminó regiones de impronta genética y se transfirieron a una hembra gestante subrogada que los llevó a término. Sin embargo, los ratoncitos solo sobrevivieron 48 horas.

Este estudio aporta información clave en el campo de la impronta genómica, de la clonación animal y de las barreras reproductivas en mamíferos. Sin embargo, se requiere más investigación para salvar obstáculos como que la impronta genética es característica de cada especie, además de que parte de la descendencia puede presentar anormalidades graves.

Maripaz Jiménez.

Fuente:

*1. Li, Z. et al. Generation of Bimaternal and Bipaternal Mice from Hypomethylated Haploid ESCs with Imprinting Article Generation of Bimaternal and Bipaternal Mice from Hypomethylated Haploid ESCs with Imprinting Region Deletions. Stem Cell 1–12 (2018). doi:10.1016/j.stem.2018.09.004