CONGELACIÓN DE ÓVULOS Y EMBRIONES: UN MÉTODO PARA PRESERVAR LA FERTILIDAD

Nace un bebé sano a partir de la transferencia de un embrión que estuvo 25 años
congelado, estableciendo un nuevo récord mundial.

Los problemas de fertilidad son cada vez más frecuentes, tal y como afirman numerosos
estudios llevados a cabo por clínicas de fertilidad. Aproximadamente, el 17% de las parejas
españolas no pueden concebir un hijo, sin embargo la mayoría de ellas consiguen tener un
bebé sano. Esto es posible gracias al trabajo y esfuerzo de las clínicas, las cuales ponen a
nuestra disposición numerosos tratamientos para poner fin a la infertilidad, por ejemplo la
congelación de óvulos y embriones.
La congelación de óvulos, también conocida como vitrificación o criopreservación, es un
proceso que toma unas dos semanas y no tiene efectos secundarios, según informan
numerosas clínicas. La técnica está dirigida a todas las mujeres que quieran preservar su
fertilidad, aunque pasados los 35 años la reserva ovárica y calidad de los óvulos va
decreciendo exponencialmente año tras año. El tratamiento y mantenimiento de los óvulos
criopreservados durante 4 años tiene un precio aproximado de 2300€, aunque puede
incrementar dependiendo de la medicación o pruebas complementarias que se requieran. Una
vez pasados los 4 años tan sólo habría que pagar unos 250€ por año de criopreservación. La
eficacia de la técnica es de tal magnitud que ha conseguido batir un nuevo récord: el pasado
25 de Noviembre de 2017, una mujer Tennessee consiguió traer al mundo a un bebé sano a
partir de la transferencia de un embrión que estuvo congelado desde el 14 de Octubre de 1992
en el Centro Nacional de Donación de Embriones de Estados Unidos. El embrión, que estuvo
congelado durante 25 años, era el más longevo del centro y aun así consiguió desarrollarse
en un bebé sano.
Con el desarrollo de estas y otras técnicas relacionadas con la fertilidad, estamos
consiguiendo expandir los límites de la vida y hacer felices a numerosas parejas con
problemas para concebir un bebé sano. Así que si tienes entre 25 y 35 años y estás interesada
en el tema, es recomendable que te pongas en contacto directo con alguna de las clínicas
especializadas en fertilidad y te informes de la gama de productos y tratamientos que tienes
a tu alcance.

 

Iván Morales